lunes, 16 de julio de 2012

Error de la Coca Cola: Una bebida de Manzana


Cuando John Pemberton inventó su tónico para curar dolores de cabeza, jamás imaginó que su fórmula sería cambiada. Mucho menos Asa Griggs Candler pudo pensar que la botella que él ideó, sería llenada con otro líquido que no fuese el  creado por Mr. Pembertón en la década de 1880. 
Unos derechos vendidos por apenas $. 2,300.00 (Dos mil Trescientos dólares) se transformaron en la compañía que maneja el 50 % del mercado mundial de bebidas gaseosas y cuyo valor en el mercado no es el que Mr. Pemberton cobró cuando vendió sus derechos a Mr. Candler.

Esta historia de John Pemberton, el creador de ese exitoso líquido y Asa Griggs Candler, pionero en el Marketing de Masas es  realmente interesante.

Esta introducción la hago solo a manera de ilustrar a quienes no conocen la historia de la popular gaseosa Coca Cola, marca que hoy día copa los mercados mundiales.

Estudiando en Murray State University, en Murray, Kentucky, conocí a Bill McKibben, Director Asociado para Estudiantes Extranjeros y Servicios Escolares del Instituto para Estudios Internacionales de esa  Universidad. Él si tiene una verdadera colección de botellas y artículos de Coca Cola. Los estudiantes de diversos países que toman cursos de Inglés como segunda lengua le han obsequiado muchas de las muestras que exhibe en su oficina.






Pero mi tema está dirigido a mostrar una rareza o error, si se quiere decir de esta gran compañía. No se si existan más en el mundo, pero cuando observé aquella botella cuyo líquido no era el original, no dude en comprarla. Estaba en un Mini Supermercado propiedad de unos amigos en Condado del Rey, Panamá, muy cercano a mi casa.

Unos años atrás, se había producido la transferencia del Canal Interoceánico, por Estados Unidos a Panamá y la Coca Cola había puesto a la venta unas gaseosas conmemorativas a la fecha. Ese 31 de diciembre de 1999, muchas personas, al igual que lo hice yo, decidieron conservar estas botellas como recuerdo de una fecha importante.

Pero aquella extraña botella de Coca Cola a la que me refiero, estaba ubicada en medio de un lote de gaseosas Kist de Manzana y su tapa también era de la marca Kist. Rápidamente compré la gaseosa. Así la he conservado desde la década pasada, e incluso esto de tener botellas ya se ha convertido en una pequeña colección. Me han regalado botellas conmemorativas de diversos hechos en diversos países y en familia con mi esposa Deborah y mi hijo Brian, hemos aumentado la cantidad de botellas. No tenemos muchas, pero tenemos una que quizás sea única, nuestra Coca Cola de Manzana.

A esto hemos añadido otras botellas con valor para los coleccionistas, como una botella conocida como torpedo, que tiene grabada la marca Ross por un lado y del otro Belfast, en referencia a esa ciudad irlandesa. Igual tenemos otras botellas, como canecas, frascos de la tradicional leche magnesia  y una que casi olvidaba, una botella de nuestra popular Cerveza Panamá, que contiene un error de impresión, ya que le hizo falta el color blanco.  Aunque tengo otras no tan llamativas, me quedo con estas tres, la botella irlandesa, mi cerveza Panamá y con mi Coca Cola de Manzana.

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